Caso Nº 1:El Sermón del Monte” Veamos como se aplica en la práctica las consideraciones históricas, culturales y lingüísticas en los siguientes pasajes.

1 Caso Nº 1:El Sermón del Monte” Veamos como se aplica en...
Author: Cristóbal Villalba Montes
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1 Caso Nº 1:El Sermón del Monte” Veamos como se aplica en la práctica las consideraciones históricas, culturales y lingüísticas en los siguientes pasajes de la Biblia:

2  El caso del Sermón del Monte es sumamente interesante debido a los aspectos contextuales que giran en torno al mismo. Veamos algunos aspectos importantes:

3 EL SERMÓN DEL MONTE  Si alguien se propone llevar a cabo una tarea importante, necesita ayudantes que lo secunden.

4  Por eso Mateo sigue mostrándonos cómo Jesús selecciona a los que serían sus compañeros de trabajo y compartirían su misión.

5  Pero para que los ayudantes desempeñen inteligentemente su parte en la tarea más vasta, es necesario capacitarlos.

6  Ahora, pues, en el Sermón del Monte, Mateo nos muestra a Jesús dando instrucción a sus discípulos en el mensaje que ellos debían transmitir a todos los hombres.

7  En la presentación de Sermón del Monte que encontramos en Lucas todo esto se pone mucho más de manifiesto, porque sigue a continuación de lo que podríamos denominar el nombramiento oficial de los doce (Lucas 6:13 ss.)

8  Por este detalle es que un gran erudito llamó al Sermón del Monte “El Sermón de ordenación de los doce”. De la misma manera que todo joven ministro en el momento de su ordenación es confrontado con las dimensiones de la tarea que le corresponderá desempeñar, los doce apóstoles recibieron de Jesús su “sermón de ordenación” antes de ser enviados.

9  Otros estudiosos han titulado de diferentes maneras este “sermón”. Se lo ha denominado “El compendio de la doctrina de Cristo”, “La Carta Magna del Reino”, “El manifiesto del Rey”.

10  Todos coinciden en que en el Sermón del Monte tenemos la médula y la quintaesencia de la enseñanza de Jesús al círculo íntimo de los que había elegido.

11  QUINTAESENCIA: Última esencia o extracto de algo. 2. Lo más puro, fino y concentrado de algo.

12  Mateo 5:1-2: “Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo:”

13  En estos breves versículos hay tres claves importantes que pueden ayudarnos a comprender el significado del Sermón del Monte:

14  Jesús comenzó a enseñar después de haberse sentado. La postura de enseñanza del rabino judío era sentado.

15  Muy a menudo los rabinos comunicaban algunas de sus enseñanzas mientras caminaban con sus discípulos, o estando de pie.

16  Pero las enseñanzas que verdaderamente dictaba como maestro profesional las impartía sentado.

17  Por eso la sugerencia de que Jesús se sentó para enseñar estas cosas, es una indicación importante del carácter fundamental de lo que sigue a continuación:

18  Mateo dice, además, que “tomando él la palabra”. Esta frase no es una figura redundante del autor, una ornamentación del texto que quiere significar simplemente “Y dijo”.

19  En griego la expresión “tomando la palabra” tiene por lo menos dos significados.(a) Se la usa como prefacio de alguna declaración particularmente solemne o importante.

20  (b) Se usa, además, para referirse a los dichos de una persona que verdaderamente está abriendo su corazón y mostrando los contenidos más íntimos de su mente.

21  Este segundo significado de la expresión también señala que el material del Sermón del Monte no es una enseñanza cualquiera de Jesús. Es el pronunciamiento grave y solemne de las cosas fundamentales; en estas enseñanzas Jesús está abriendo su corazón a aquellos hombres que serían su brazo derecho en el cumplimiento de la misión.

22  Mateo 5:3 “Dichosos los pobres en espíritu, porque el Reino de los Cielos les pertenece”.

23  El Salmo 1 comienza con esa expresión y quiere decir literalmente: “¡Qué feliz el hombre que no ha andado acompañado ni ha obedecido el consejo de los malvados!” (Salmo 1:1).

24  Esta es la misma forma que Jesús utiliza en las “bienaventuranzas”. Las bienaventuranzas no son simples afirmaciones, son exclamaciones enfáticas: “¡Que feliz es el pobre en espíritu…!”

25  La bienaventuranza que recibe el cristiano no es una bienaventuranza pospuesta para un estado futuro de gloria celestial, sino algo que ya existe aquí y ahora.

26  No es algo que el cristiano recibirá, sino algo que ya ha recibido. Ciertamente logrará la plenitud de cada don cuando pueda gozarlo en la presencia plena de Dios, pero mientras tanto cada don es algo que ya, aquí y ahora, se puede disfrutar.

27  Frente a las bienaventuranzas, se hace imposible toda interpretación del cristianismo como una religión triste y carente de entusiasmo gozoso.

28  La palabra “bienaventuranzas”, que se traduce como dichosos en la Nueva Versión Internacional, merece una atención muy especial.

29  En griego es la palabra makários, que por lo general se usa para describir a los dioses. En la fe cristiana hay un gozo y alegría que son divinos.

30  El significado de makários podrá entenderse mejor a partir de uno de sus usos comunes en la literatura de aquella época.

31  Los griegos siempre llamaron a Chipre “je makária” (la isla feliz).

32  Porque creían que era una tierra tan hermosa, tan rica, tan fértil que nadie necesitaba trasponer sus líneas costeras para vivir una vida feliz, puesto que en ella había todo lo necesario para una existencia perfecta.

33  Tenía tal clima, tales flores, frutos y árboles, tales minerales, tales recursos naturales, que contenía en sí todo lo que era necesario para una felicidad perfecta.

34  Makários entonces describe un gozo autosuficiente, que posee en sí mismo el secreto de su propia irradiación, ese gozo sereno, intocable y autónomo que no es afectado por las diferentes circunstancias de la vida.

35  La felicidad humana depende de las ocasiones y circunstancias cambiantes de la existencia, algo que la vida puede dar o puede quitar.

36  La bienaventuranza cristiana está libre de cualquier riesgo o acechanza. Nada puede tocarla o atacarla.

37  “Nadie les va a quitar esa alegría”. (Juan 16:22).

38  Las bienaventuranzas nos hablan de ese gozo que sale a nuestro encuentro aun en medio del dolor, aquel gozo que no pueden manchar ni el sufrimiento, ni la tristeza, ni el desamparo, ni la pérdida de algo o alguien que queremos mucho.

39  Es el gozo que brilla a través de la lágrimas y que nada, ni en la vida ni en la muerte, puede arrebatar.

40  El mundo puede ganar y, de la misma manera, perder sus gozos. Un cambio en la fortuna, un colapso de la salud, la desilusión que nos ocasionan las ambiciones que no podemos cumplir, hasta el mal tiempo puede privarnos de esa migaja de gozo que el mundo puede dar.

41  Pero el cristiano posee ese gozo sereno e intocable que proviene de andar siempre en la compañía de Jesús y estar siempre en su presencia.

42  Lo más grande de las bienaventuranzas es que no son visiones esperanzadas de alguna realidad futura; ni son promesas doradas de glorias distantes; son exclamaciones triunfales ante la realidad del gozo permanente que nada en el mundo puede quitar.

43 LA DICHA DE LOS DESTITUIDOS  Mateo 5:3: Es sorprendente que se comience a hablar de la felicidad diciendo: “Dichosos los pobres en espíritu.” Hay dos formas de entender el significado de la palabra “pobres”.

44  En griego hay dos palabras que designan la pobreza. Una de ellas es penés.

45  Penés es el hombre que tiene que trabajar para ganarse la vida, aquel que se sirve a sí mismo atendiendo sus necesidades con sus propias manos.

46  Penés es el hombre de trabajo, el obrero, el que no tiene nada que le sobre, el hombre que no es rico pero que tampoco sufre miseria.

47  Pero, como ya lo hemos visto, en la bienaventuranza no se usa la palabra penés, sino ptojós, que describe la pobreza absoluta y total del que está hundido en la miseria.

48  Está relacionada con la raíz ptoséin que significa agacharse o encoger el cuerpo; describe, por lo tanto, la pobreza del que no puede llevar la frente en alto y pide, arrodillado, encogido, que se le ofrezca una limosna para aliviar su situación.

49  Como lo hemos dicho, penés describe al hombre que no tiene nada superfluo; ptojós, en cambio, describe al hombre que no tiene nada.

50  Todo esto hace que la bienaventuranzas sea aun más difícil de entender. El hombre que no tiene nada, nos dice, que sufre la más abyecta miseria, es dichoso. dichoso el hombre que está en la pobreza más absoluta.

51  Sin embargo, las bienaventuranzas, no fueron pronunciadas originalmente en griego, sino en arameo.

52  Los judíos usaban la palabra “pobre” con un sentido muy especial. En hebreo las palabras que significan pobre son “ani y ebion”.

53  Estas dos palabras sufrieron, en la evolución del idioma hebreo, una mutación de significado. (1) Al principio significaban simplemente pobre, y por lo tanto, sin poder, o prestigio, e influencia.

54  (2) Por lo tanto, porque se sufría de pobreza, se carecía de influencia, poder o prestigio.

55  (3) Luego significaron carecer de poder, o influencia, y por lo tanto, ser oprimido, explotado o avasallado por los poderosos.

56  (4) Por último vinieron a significar al hombre que, por no poseer ningún recurso terrenal, coloca toda su esperanza y confianza en Dios.

57  De manera que en hebreo la palabra “pobre” designaba al hombre humilde que pone toda su confianza en Dios.

58  Es con este sentido que el salmista usa la palabra cuando escribe: “Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias” (Salmo 34:6).

59  Reunamos ahora los dos aspectos de este término; el griego, por un lado, y el arameo, por el otro.

60  Ptojós describe al destituido total, al hombre que no posee nada; `ani y ebion describen al pobre, al humilde, al impotente, que ha colocado su esperanza en Dios.

61  Por lo tanto, “Dichosos los pobres” significa: “Bendito y feliz es el hombre que ha tomado consciencia de su total destitución, y que ha colocado su confianza en Dios”.

62  Si alguien se hace consciente de su total destitución y pone toda su confianza en Dios entran en su vida dos elementos que son las caras opuestas de una misma realidad.

63  En primer lugar, muchas cosas le resultarán indiferentes, porque sabrá que no puede recibir felicidad ni seguridad de las cosas; por otro lado, en segundo lugar, sentirá que Dios es verdaderamente lo único que, en el fondo, le importa.

64  Porque sabrá que Dios es el único que puede ofrecerle ayuda, esperanza y fortaleza. El “pobre en espíritu” es el hombre que se ha dado cuenta que las cosas no significan nada, y que Dios lo significa todo.

65  La pobreza bienaventurada es la del “pobre en espíritu”, la del espíritu que reconoce su propia falta de recursos para hacer frente a las exigencias de la vida y encuentra la ayuda y la fortaleza que necesita en Dios.

66  Jesús dice que a estos pobres pertenece el Reino de los cielos. ¿Por qué ha de ser de este modo? Si tomamos dos de las peticiones del Padrenuestro y las leemos juntas, “Vénga tu Reino, hágase tu voluntad en la Tierra como en el cielo”.

67  Obtenemos la siguiente definición: ”El reino de los cielos es una sociedad en la cual la voluntad de Dios se hace en la Tierra del mismo modo que en el cielo”.

68  Esto significa que solamente aquel que hace la voluntad de Dios en la tierra es ciudadano del reino de los cielos.

69  Y solamente podemos hacer la voluntad de Dios cuando nos damos cuenta de nuestra propia total impotencia, de nuestra propia total ignorancia y de nuestra propia total incapacidad para responder satisfactoriamente a las exigencias de la vida,

70  Y cuando, por lo tanto, ponemos toda nuestra confianza en Dios.

71  El Reino de los Cielos es la posesión inalienable de los pobres en espíritu, porque los pobres en espíritu han tomado consciencia de su destitución total y han aprendido a confiar y obedecer.

72  Inalienable: Que no puede enajenarse, se dice de aquello cuyo dominio no puede transferirse a otro ni puede ser anulado

73  De manera que la primera bienaventuranza significa: Qué feliz es el hombre que se ha dado cuenta de su total destitución y ha puesto toda su confianza en Dios, porque solamente de este modo puede ofrecer a Dios esa obediencia perfecta que lo convertirá en ciudadano del reino de los cielos!