1 Creación por Dios Crear de la nada significa que Dios no parte de nada pre-existente, ni de nada que provenga de sí mismo.
2 Creación Evolución Dios es el único Ser que puede crear de la nada. Por tanto, la creación sólo puede venir de Dios. Dios no es el universo pero el universo está en Dios
3 Creación evolución ¿Pueden ser compatibles ambas: la Evolución y la Creación? ¿Cómo? ¿Pueden ser compatibles ambas: la Evolución y la Creación? ¿Cómo?
4 Creación evolución Sí pueden ser compatibles, bajo las siguientes premisas: Dios Creador directo de la materia que habría comenzado a evolucionar. Dios Creador de la capacidad de la materia para evolucionar. Dios Creador directo del alma humana.
5 Presencia del mal Adán, ¿dónde estás?” (Gn 3,9). Adán, ¿dónde estás?” (Gn 3,9). ¿Dónde estás, hombre? ¿Dónde te has metido? ¿Dónde estás, hombre? ¿Dónde te has metido? Por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte. Rom 5, 18-19 Por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte. Rom 5, 18-19 Adán, ¿dónde estás?”. Aquí estoy, Señor, con la vergüenza de lo que el hombre, creado a tu imagen y semejanza, ha sido capaz de hacer. Adán, ¿dónde estás?”. Aquí estoy, Señor, con la vergüenza de lo que el hombre, creado a tu imagen y semejanza, ha sido capaz de hacer. Acuérdate de nosotros en tu misericordia. Acuérdate de nosotros en tu misericordia.
6 ¿De dónde viene el mal? Los relatos de la creación nos han presentado un universo y un hombre en perfecta armonía: la felicidad del paraíso por un lado y el estribillo repetido de que Dios vio que todo era bueno nos dejan la impresión de que todo era perfecto. Los relatos de la creación nos han presentado un universo y un hombre en perfecta armonía: la felicidad del paraíso por un lado y el estribillo repetido de que Dios vio que todo era bueno nos dejan la impresión de que todo era perfecto.
7 No comáis del árbol La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es la característica de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, Bien supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la libertad, que conduce a la esclavitud del pecado. (Catecismo de la Iglesia Católica # 1776-1780-1795- 1797) La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. La libertad es la característica de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, Bien supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la libertad, que conduce a la esclavitud del pecado. (Catecismo de la Iglesia Católica # 1776-1780-1795- 1797)
8 Libertad y culpa No hay quien obre bien Sab 53, 4 No hay quien obre bien Sab 53, 4 Los siguientes capítulos del libro del Génesis tratan de dar respuesta a estos grandes interrogantes que todo hombre se plantea: ¿de dónde viene el mal?, ¿cuál es la causa del dolor, del pecado, y de la muerte? Los siguientes capítulos del libro del Génesis tratan de dar respuesta a estos grandes interrogantes que todo hombre se plantea: ¿de dónde viene el mal?, ¿cuál es la causa del dolor, del pecado, y de la muerte?
9 Adán y Eva
10 El primer pecado En el paraíso en que Dios ha colocado al primer hombre y a la primera mujer aparece otro personaje hasta ahora desconocido: el tentador, en forma de serpiente. En el paraíso en que Dios ha colocado al primer hombre y a la primera mujer aparece otro personaje hasta ahora desconocido: el tentador, en forma de serpiente. El autor sagrado quiere decirnos que el mal no proviene de Dios, que todo lo ha hecho bien, ni tampoco proviene sólo del hombre, que ha sido creado bueno por Dios El autor sagrado quiere decirnos que el mal no proviene de Dios, que todo lo ha hecho bien, ni tampoco proviene sólo del hombre, que ha sido creado bueno por Dios
11 El proceso de la tentación Este personaje misterioso, adversario de los planes de Dios y enemigo de la felicidad del hombre, a quien la revelación posterior irá identificando como ser personal, con poder para el mal, «la gran serpiente, la serpiente antigua, el llamado diablo y Satanás» (Ap. 12,9), es el que instiga al hombre a pecar contra Dios y es la causa última de que haya entrado la muerte en el mundo (Sab. 2,24). Este personaje misterioso, adversario de los planes de Dios y enemigo de la felicidad del hombre, a quien la revelación posterior irá identificando como ser personal, con poder para el mal, «la gran serpiente, la serpiente antigua, el llamado diablo y Satanás» (Ap. 12,9), es el que instiga al hombre a pecar contra Dios y es la causa última de que haya entrado la muerte en el mundo (Sab. 2,24).
12 Arrojados del paraiso
13 Seducción y engaño Aquel a quien San Juan denominará «mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44) comienza insinuándose con una falsedad hace dudar a la mujer de la validez del mandato del Dios y, por tanto, de la intención del mismo Dios al establecer ese mandato (vv. 4-5); así, además de mentiroso, el tentador se manifiesta como el «homicida desde el principio» (Jn 8,44): en efecto, al engañar a la mujer («de ninguna manera moriréis») con relación al mandato que Dios les había dado para vida («el día que comieres de él, morirás sin remedio»: 2,17), de hecho conduce a la muerte a la mujer y al hombre (cf 3,7). He ahí la tentación: una promesa falsa («seréis como dioses»), pero que halaga, seduce y atrae (3,6), una seducción y engaño que hace ver como vida lo que de hecho conduce a la muerte; con ella ha sembrado además la desconfianza en Dios al presentar como enemigo del hombre al Dios fiel y lleno de amor. Aquel a quien San Juan denominará «mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44) comienza insinuándose con una falsedad hace dudar a la mujer de la validez del mandato del Dios y, por tanto, de la intención del mismo Dios al establecer ese mandato (vv. 4-5); así, además de mentiroso, el tentador se manifiesta como el «homicida desde el principio» (Jn 8,44): en efecto, al engañar a la mujer («de ninguna manera moriréis») con relación al mandato que Dios les había dado para vida («el día que comieres de él, morirás sin remedio»: 2,17), de hecho conduce a la muerte a la mujer y al hombre (cf 3,7). He ahí la tentación: una promesa falsa («seréis como dioses»), pero que halaga, seduce y atrae (3,6), una seducción y engaño que hace ver como vida lo que de hecho conduce a la muerte; con ella ha sembrado además la desconfianza en Dios al presentar como enemigo del hombre al Dios fiel y lleno de amor.
14 Pecado desobediencia Por tanto, el pecado de querer «ser como dioses, conocedores del bien y del mal» es una reivindicación de autonomía moral, un renegar del estado de criatura invirtiendo el orden en que Dios estableció al hombre; es en el fondo una actitud de rebelión contra Dios: en vez de fiarse plenamente de Dios acatando su mandato como mandato de vida, el hombre duda de Dios y se fía de su propio juicio -engañado por el tentador- en actitud de autosuficiencia (cf. Is 14, 13s; Ez 28,2). Por tanto, el pecado de querer «ser como dioses, conocedores del bien y del mal» es una reivindicación de autonomía moral, un renegar del estado de criatura invirtiendo el orden en que Dios estableció al hombre; es en el fondo una actitud de rebelión contra Dios: en vez de fiarse plenamente de Dios acatando su mandato como mandato de vida, el hombre duda de Dios y se fía de su propio juicio -engañado por el tentador- en actitud de autosuficiencia (cf. Is 14, 13s; Ez 28,2).
15 Desorden interior La primera consecuencia del pecado es la pérdida de la amistad con Dios, ya apuntada en el ocultarse de Él (3,8) y en el tener miedo (3,10) y expresada simbólicamente por la expulsión del paraíso (3, 23-24), que indica el alejamiento de la presencia de Dios y de la comunión de vida con Él, la pérdida de la familiaridad con Él. La primera consecuencia del pecado es la pérdida de la amistad con Dios, ya apuntada en el ocultarse de Él (3,8) y en el tener miedo (3,10) y expresada simbólicamente por la expulsión del paraíso (3, 23-24), que indica el alejamiento de la presencia de Dios y de la comunión de vida con Él, la pérdida de la familiaridad con Él.
16 No asumen su falta Se rompe la armonía entre el hombre y su mujer. El maravilloso proyecto de Dios de ser «una sola carne» es echado al traste: la mujer induce a su marido a pecar (3,6) contradiciendo la misión que Dios le había asignado de ser su ayuda (2,18); el hombre, en vez de asumir su propia culpa, acusa a la mujer que Dios le ha dado por compañera; Se rompe la armonía entre el hombre y su mujer. El maravilloso proyecto de Dios de ser «una sola carne» es echado al traste: la mujer induce a su marido a pecar (3,6) contradiciendo la misión que Dios le había asignado de ser su ayuda (2,18); el hombre, en vez de asumir su propia culpa, acusa a la mujer que Dios le ha dado por compañera;
17 Culpa hereditaria San Pablo establecerá claramente la doctrina de una culpa hereditaria, dada la solidaridad de todos en Adán. Pero ya en el Génesis aparece apuntado que el pecado ha trastornado de tal manera el orden querido por Dios, introduciendo el desorden en el interior mismo del hombre, que la condición humana después del primer pecado lleva las huellas de una herida irremediable que sólo tendrá remedio con la venida del Nuevo Adán (Rom 5, 19). San Pablo establecerá claramente la doctrina de una culpa hereditaria, dada la solidaridad de todos en Adán. Pero ya en el Génesis aparece apuntado que el pecado ha trastornado de tal manera el orden querido por Dios, introduciendo el desorden en el interior mismo del hombre, que la condición humana después del primer pecado lleva las huellas de una herida irremediable que sólo tendrá remedio con la venida del Nuevo Adán (Rom 5, 19).
18 El hombre contra el hombre El relato de Caín y Abel (Gén 4, 1-16) nos hace entender que la rebelión del hombre contra el Creador conduce a la rebelión del hombre contra el hombre; 1 Jn 3, 13 comentará que Caín mató a su hermano porque «era del Maligno»: el que es «homicida desde el principio» (Jn 8,44) conduce al homicidio y a la rebelión contra Dios a los que se ponen bajo su influjo (Jn 8, 4041). El relato de Caín y Abel (Gén 4, 1-16) nos hace entender que la rebelión del hombre contra el Creador conduce a la rebelión del hombre contra el hombre; 1 Jn 3, 13 comentará que Caín mató a su hermano porque «era del Maligno»: el que es «homicida desde el principio» (Jn 8,44) conduce al homicidio y a la rebelión contra Dios a los que se ponen bajo su influjo (Jn 8, 4041).
19 Promesa de salvación Pero sin duda, lo más importante de todo es la promesa de salvación hecha por Dios inmediatamente después del pecado y que anuncia la victoria final del hombre en la lucha contra Satanás (Gen 3, 15). Lo que se ha llamado el «protoevangelio» es una luz de esperanza que brilla en medio del sombrío panorama causado por el pecado. Dios promete que el tentador será vencido. Pero sin duda, lo más importante de todo es la promesa de salvación hecha por Dios inmediatamente después del pecado y que anuncia la victoria final del hombre en la lucha contra Satanás (Gen 3, 15). Lo que se ha llamado el «protoevangelio» es una luz de esperanza que brilla en medio del sombrío panorama causado por el pecado. Dios promete que el tentador será vencido.
20 La mujer aplastará tu cabeza -simbolizado en la serpiente- que amenaza permanentemente al hombre, será finalmente «pisoteado» o «aplastado». Es verdad que se dibuja una lucha encarnizada (la serpiente intenta atacar,»acecha» el talón de la mujer); pero se trata de algo que intenta inútilmente, en vano: Dios, maldiciendo a la serpiente, se ha puesto decididamente al lado de la mujer y de su descendencia, que acabará venciendo definitivamente al Maligno. -simbolizado en la serpiente- que amenaza permanentemente al hombre, será finalmente «pisoteado» o «aplastado». Es verdad que se dibuja una lucha encarnizada (la serpiente intenta atacar,»acecha» el talón de la mujer); pero se trata de algo que intenta inútilmente, en vano: Dios, maldiciendo a la serpiente, se ha puesto decididamente al lado de la mujer y de su descendencia, que acabará venciendo definitivamente al Maligno.
21 Cristo nuevo Adán Pero la postura tampoco es el pesimismo. El hecho de que Cristo ha vencido el pecado nos da la certeza de que en Él y con Él podemos vencer. Por eso la actitud correcta es la de abrirnos a Cristo por la fe y la esperanza para acoger la salvación que sólo de Él puede venir (Hch 4, 12). Pero la postura tampoco es el pesimismo. El hecho de que Cristo ha vencido el pecado nos da la certeza de que en Él y con Él podemos vencer. Por eso la actitud correcta es la de abrirnos a Cristo por la fe y la esperanza para acoger la salvación que sólo de Él puede venir (Hch 4, 12).
22 Expulsado del paraiso Tienen razón pero no han hecho uso de ella Tienen razón pero no han hecho uso de ella ´No son expulsados pues nunca han entrado ´No son expulsados pues nunca han entrado Entrar significa saberse amado de Dios Entrar significa saberse amado de Dios El paraiso está hecho para que lo habite el hombre El paraiso está hecho para que lo habite el hombre
23 Ven Señor Jesús La liberación nos viene de lo alto La liberación nos viene de lo alto Reconozco la dependencia de Dios Reconozco la dependencia de Dios No al orgullo No al orgullo No al seremos como dioses No al seremos como dioses No a la envidia contra mi hermano No a la envidia contra mi hermano No a la torre de Babel. No a la torre de Babel. Si a la Alianza Si a la Alianza