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2 "DICHOSO EL QUE NO SE SIENTA DEFRAUDADO POR MI".
3 ¿Por qué no muestra su poder?.
4 ¿Por qué no me alivia?
5 En primer lugar, Cristo no vino a hacernos ricos a los pobres:
6 “Los pobres son evangelizados” ", les dijo muy clarito Jesucristo a los enviados de Juan Bautista.
7 Tampoco vino a librar a los pueblos de los imperialismos terrestres.
8 Sino del imperialismo del demonio y del pecado.
9 No vino a librarnos de la cruz.
10 Sino a darnos fuerza para tomarla y para echar a andar tras él con la crucecita o crucezota a cuestas.
11 No vino a que todos los cojos, ciegos, sordos, leprosos y muertos físicamente, anduvieran, vieran, oyeran, quedaran limpios y resucitaran respectivamente.
12 Sino para que: Todos los que tenemos los ojos cerrados a las necesidades ajenas, viéramos.
13 Y: Los que no movemos un pie para ayudar a los demás. Anduviéramos.
14 Por eso: “Dichoso el que no se sienta defrau- dado por mí.” [email protected]
15 Texto basado en la reflexión de: Actualidad Litúrgica de 1986 3 domingo de adviento ciclo A.