1 DON BOSCO historia y carisma Arthur Lenti CAPITULO XXII
2 La vocación laical salesiana en la progresiva reflexión de Don Bosco. El componente laico de la Sociedad Salesiana, son los Coadjutores, fruto de la reflexión y respuesta de D. Bosco a las necesidades de la naciente Congregación con visión de futuro.
3 Los laicos habían sido parte de las comunidades religiosas, mucho antes que D. Bosco fundara su sociedad, en las constituciones Cavanis (1839) los laicos eran aceptados como sirvientes, en la Congregación Vicentina (1670) habían sacerdotes y laicos, que funcionaban a título secundario. D Bosco, necesitó tiempo y experiencia para conceptualizar y expresar en la práctica la naturaleza y la misión apostólica de los salesianos laicos, 1875, porque la originalidad y genuina idea de Don Bosco, según Don Caviglia, es que nuestro Padre, pensó en una vocación religiosa salesiana que estuviera abierta a miembros que podrían optar por el sacerdocio o por el estado laical, en la que compartieran la misma consagración y apostolado, en igualdad de condiciones, trabajando juntos por la transformación de la sociedad.
4 Los jóvenes aprenden a vivir como trabajadores cristianos laicos, de un maestro que es también un trabajador laico. El salesiano laico, representa simbólicamente una consagración más profunda, porque sin ningún signo externo (sotana), vive los consejos evangélicos, es un ejemplo con su vida del modelo de persona cristiana. Los jóvenes aprenden a vivir como trabajadores cristianos laicos, de un maestro que es también un trabajador laico. El salesiano laico, representa simbólicamente una consagración más profunda, porque sin ningún signo externo (sotana), vive los consejos evangélicos, es un ejemplo con su vida del modelo de persona cristiana. Don Bosco se esforzó en encarnar el ideal de la presencia del Salesiano Coadjutor, en la coyuntura histórica concreta- el mundo del trabajo-, conceptualizar su identidad profesional, definir su papel y su rol.
5 El salesiano laico en los primeros documentos constitucionales. El término coadjutor aparece la primera vez en el borrador de las constituciones de 1860 y varias veces después, esto aclara que Don Bosco tenía en su pensamiento esta idea para su nueva Sociedad El segundo capítulo del primer borrador constitucional dice: “Las personas que se comprometieron con la observancia de estas constituciones eran 15: 5 sacerdotes, 8 estudiantes clérigos y 2 laicos” (G. Bosco, Costituzioni, 50)
6 La finalidad de la sociedad salesiana sitúa a los salesianos laicos codo a codo y en un plano de igualdad jurídica con los sacerdotes. D. Bosco describe la composición de la sociedad: Art. 1 (Ella) “está formada por sacerdotes, estudiantes clérigos y laicos, todos reunidos llevan vida común, unidos por la caridad fraterna y la profesión de votos simples, que los vinculan para formar un solo corazón y una sola alma para amar y servir a Dios”. En 1862 había ya salesianos laicos: José Gaia y Federico Oreglia di Santo Stefano, aunque se considera a Marcello Rossi como el primer salesiano Coadjutor.
7 D. Bosco especificó que los miembros clérigos y laicos en la sociedad comparten la misma vocación, pero hay puntos en los que se ve una distinción: En cuanto a la elección del Rector Mayor y superiores de cada casa, los laicos no están expresamente excluidos, sin embargo D. Bosco daba por sentado que el superior es siempre un sacerdote. Para ser admitidos, los laicos, deben haber recibido instrucción rudimentaria en la fe católica, tienen que llevar consigo su ropa y sólo 300 francos, esta especie de dote era mayor para los estudiantes clérigos. Los coadjutores han de vestir de negro si es posible.
8 En los comienzos hubo ambigüedad al utilizar el término coadjutor, porque también se lo aplicaba al personal de servicio: cocinero, camarero y portero. D. Bosco introdujo cambios en el reglamento, sustituyendo el título de domésticos, por “coadjutores”, en adelante el término se utiliza haciendo una distinción entre el personal de servicio y los salesianos ayudantes en cualquier cargo o coadjutores.
9 Recuerdos confidenciales a los directores: Si bien es un conjunto de instrucciones dirigidas a Don Rúa, quien fue nombrado director de la escuela de Mirabello, se reeditaron varias veces ampliándolas para su uso general, se publicaron en forma definitiva en 1886. D. Bosco hace adiciones a este manuscrito, haciendo referencia a los laicos, le dice: procura que todas las mañanas los coadjutores tengan la oportunidad de oír la santa misa y de acercarse a los santos sacramentos, de acuerdo con las reglas y constituciones de la congregación. Nómbrese a un coadjutor de probada integridad como jefe de los domésticos. Si bien es un conjunto de instrucciones dirigidas a Don Rúa, quien fue nombrado director de la escuela de Mirabello, se reeditaron varias veces ampliándolas para su uso general, se publicaron en forma definitiva en 1886. D. Bosco hace adiciones a este manuscrito, haciendo referencia a los laicos, le dice: procura que todas las mañanas los coadjutores tengan la oportunidad de oír la santa misa y de acercarse a los santos sacramentos, de acuerdo con las reglas y constituciones de la congregación. Nómbrese a un coadjutor de probada integridad como jefe de los domésticos.
10 Documentos de los años 70 En esta década D. Bosco comenzó a hablar de la vocación laical salesiana en relación con el desarrollo de los talleres y su programa de formación profesional. Un conjunto de circunstancias históricas relacionadas con el mundo del trabajo, hizo posible la expansión del campo de actividad para el salesiano coadjutor como religioso y como educador. Don Bosco vio que los talleres establecidos en el oratorio (1853-1862) servían a fines prácticos y que se iban convirtiendo gradualmente en escuelas de formación profesional, decidió ofrecer a la comunidad de artesanos del oratorio el desafío de la vocación laical salesiana, así se asentaron bien las bases, cuando pudo disponer de sus propios salesianos laicos para la dirección y administración.
11 A mediados de los setenta, D. Bosco presintiendo los nuevos horizontes que se acercaban, comenzó un período de reflexión, tratando de sistematizar teóricamente los aspectos de su obra y embarcarse en nuevas empresas, es decir en nuevas fundaciones, pues, tuvo la convicción que la vocación salesiana tenía alcance mundial. En 1876 había 50 salesianos laicos en la congregación, 28 de votos perpetuos y 22 trienales, 28 novicios y 25 aspirantes coadjutores a la espera.
12 En las conferencias y buenas noches, sobre todo a los artesanos, D. Bosco insiste en la necesidad de trabajadores para la viña del Señor. La salvación de las almas debe ser la razón principal para entrar, pero también es realista, habla de la seguridad que ofrece la congregación, donde todos reciben el mismo trato y se vive como en una familia.
13 Declaraciones de D. Bosco en los 80 Los CG III y IV, abordaron el problema de la formación vocacional y profesional, tanto de los salesianos laicos como de los artesanos. También se plantea la cuestión si se ha de mantener el término coadjutor para designas a los miembros laicos o se debe cambiar por el de hermano. Con el afán de brindarles un aprendizaje profesional en su oficio, junto con la formación, los novicios coadjutores se establecieron en San Benigno. De esta manera se aseguraba el personal religioso para sustituir a los maestros no salesianos, un maestro de taller salesiano podía ejercer mayor influencia desde el punto educativo y religiosos.
14 Conferencia de D. Bosco a los 22 novicios coadjutores, el 19 de octubre de 1883. Les da ánimo, resaltó el papel de líder del coadjutor salesiano en determinadas áreas de apostolado de la sociedad: gestión de talleres y otras actividades directivas, porque el coadjutor es personal dirigente, al igual que los sacerdotes en sus propias áreas, y pueden ser encargados de asuntos de alta responsabilidad, por lo tanto se requiere que crezcan en bondad y fortaleza para hacer mucho bien. La formación debe ser triple: religioso-moral, intelectual y profesional.
15 El coadjutor salesiano después de Don Bosco. Se expresa motivando a los inspectores y directores a trabajar por el fomento de vocaciones salesianas laicas, que se preocupen por la formación espiritual y que los preparen para el trabajo salesiano. D. Rúa Los coadjutores son una respuesta al grito y necesidad en las misiones, deben ser competentes en la instrucción religiosa y catequesis, acogerlos y preocuparse de ellos como verdaderos hermanos, demostrándoles afecto, respeto y amabilidad.
16 La preocupación primera fue la vida espiritual de los salesianos. D. Albera Mencionando a Don Bosco, en relación a la vocación laical, dice que todos los salesianos comparten los mismos derechos y privilegios, los coadjutores son totalmente religiosos salesianos, con la única vocación salesiana y el mismo apostolado, a excepción de lo que se refiere al ministerio ordenado. Los coadjutores deben estar cualificados para la catequesis, conferencias sobre temas religiosos y sociales, la enseñanza en las escuelas primarias y secundarias, la enseñanza como maestros de taller, para la asistencia diurna y nocturna de los chicos, la administración financiera de una comunidad.
17 Considera fundamental para la vocación del coadjutor, establecer las estructuras para una formación y aplicación práctica. D. Rinaldi En el CGXII, aparece por primera vez, en el reglamento, un capítulo sobre los coadjutores salesianos, recomendando un plan de estudios para escuelas de formación profesional y capacitación para trabajar en oratorios festivos.
18 Resaltó la unicidad de la vocación salesiana y por tanto de noviciado común para Sacerdotes y Coadjutores, porque no son ni subordinados ni paralelos, sino dos formas de expresión de una única vocación religiosa. Don Ricaldone Los capítulos generales XV, XVI y XVII trabajaron arduamente el plan de estudios de formación para coadjutores y desarrollaron una normativa permanente. Una vez definida su condición laical y su condición paritaria dentro de la congregación, los documentos posteriores no han hecho más que confirmar esta importante creación de D. Bosco. Art. 45 de las constituciones:
19 Don Ricaldone El salesiano coadjutor lleva a todos los campos educativos y pastorales, el valor propio de su laicidad, que de modo específico lo hace testigo del reino de Dios en el mundo, cercano a los jóvenes y a las realidades del trabajo. “Cada uno de nosotros es responsable de la misión común, y participa en ella con la riqueza de sus dones y de la característica laical y sacerdotal de la única vocación salesiana. La presencia significativa complementaria de salesianos clérigos y laicos en la comunidad constituye un elemento esencial de su fisonomía e integración apostólica” En 1922, fue donde se restableció el estatus del coadjutor salesiano. Se definió en primer lugar el auténtico carácter de la vocación laical salesiana, según las constituciones.
20 Hoy La Congregación Salesiana cuenta con 2.092 Coadjutores Salesianos que trabajan codo a codo con los sacerdotes en comunidad, al servicio de los jóvenes del mundo entero. Trabajan como educadores animando y gestionando obras y actividades varias de la misión salesiana como escuelas, albergues, institutos técnicos, centros de promoción agrícola, editoriales, en el ámbito de la prensa, radio, televisión, centros de desarrollo social, legislativo y económico.
21 Beato Artemides Zatti Inspectoría “Sagrado Corazón” -FMA ECU