1 El alma sedienta de DiosSalmo 62 El alma sedienta de Dios Automático
2 Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti;
3 mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.
4 ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria!
5 Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios.
6 Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote.
7 Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos.
8 En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti,
9 porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
10 mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene.
11 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo