1 EL DRAMA EN EL ALMA Y LA ENFERMEDAD EN EL CUERPO LUIS CHIOZZA Noviembre 2011 LUIS CHIOZZA Noviembre 2011
2 VII ENCUENTRO INTERNACIONAL FUNDACIÓN LUIS CHIOZZA ISTITUTO ABERASTURY BUENOS AIRES. 2011
3 EN EL VII ENCUENTRO SE ABORDARON LOS SIGUIENTES TEMAS: Contribución a la teoría psicoanalítica Contribución a la técnica psicoanalítica El método patobiográfico El significado inconsciente específico de la anemia, la psoriasis y las várices
4 PODEMOS REFERIRNOS A LA ESENCIA DE LOS TEMAS QUE HEMOS DISCUTIDO EN EL VII ENCUENTRO CENTRÁNDONOS EN EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO DE LOS PACIENTES CON ENFERMEDADES “DEL CUERPO” NOS REFERIREMOS A LOS ENFERMOS DE CÁNCER PORQUÉ SE TRATA DE UNA ENFERMEDAD QUE SUELE SER GRAVE Y EVOLUCIONAR CON RAPIDEZ
5 5 EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO DE LOS ENFERMOS DE CÁNCER
6 ¿QUÉ ES EL CÁNCER Y CÓMO SE PRODUCE?
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8 Una de cada tres personas (33,33%) se enferma de cáncer Una de cada cuatro personas (25%) muere como consecuencia de un cáncer Dado que 25 es el 75% de 33,33, tres de cada cuatro enfermos de cáncer mueren como consecuencia de esa enfermedad.
9 CUANDO SE TRATA DE UN GRUPO PEQUEÑO, COMO UNA FAMILIA O UN CONJUNTO DE AMIGOS, LOS PORCENTAJES REGISTRADOS EN UN GRAN NÚMERO DE PERSONAS NO SE MANTIENEN LA ESTADÍSTICA NOS DICE CUÁNTAS PERSONAS SE ENFERMAN DE CÁNCER, PERO NO NOS DICE CUÁLES Pueden ser dos en tres O ninguno en cuatro
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13 ¿QUÉ SUCEDE EN EL ALMA DE QUIEN SE ENFERMA DE CÁNCER?
14 En las últimas décadas, gracias al reconocimiento de que el estado anímico influye sobre la inmunidad y la inmunidad sobre el curso de la proliferación cancerosa, se acepta que en la eclosión de un cáncer participa un “factor psíquico”. Se ha comenzado a insistir en que los disgustos, el estrés, los traumas psíquicos, o un difícil proceso de duelo, son factores importantes en la eclosión y en la evolución de un cáncer.
15 También en este punto las distintas posiciones teóricas de mayor consenso varían desde considerarlo un factor más, entre otros, hasta afirmar que se trata de una “psicogénesis”. En ambos casos se permanece, de este modo, dentro del pensamiento mecanicista, porque se sostiene que el origen y la evolución del cáncer depende de una causa psíquica.
16 Entender mecanismos no es nuestro único modo de entrar en relación con los hechos e influir sobre ellos. Vivimos en un rico mundo de significación, un mundo semántico sin el cual nuestra vida carecería precisamente de lo que denominamos sentido”. Para trascender el concepto de psicogénesis es necesario no confundir los significados con causas. Se trasciende también, de este modo, el pensamiento opaco de que lo psíquico puede ser un factor más, dentro de un pensamiento causal.
17 Es cierto que la influencia psíquica se ejerce como un fenómeno dentro del cual podemos concebir causas y efectos, pero aun en los casos en los que no logramos identificar mecanismos, podemos comprender el sentido de una alteración orgánica como cumplimiento de una finalidad, de un propósito que suele ser inconsciente.
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20 ALGUNOS FUNDAMENTOS DEL PSICOANÁLISIS ALGUNOS FUNDAMENTOS DEL PSICOANÁLISIS
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22 El psicoanálisis postula que la actividad genital puede descargar la excitación que surge durante la función de otros órganos, y que, análogamente, otros órganos pueden descargar la excitación genital. Freud decide sostener que el placer deriva de la descarga de una única energía, que denomina libido, que está “al servicio” de la vida y que es de naturaleza amorosa o “sexual”, aunque no siempre es genital. Decimos entonces que la excitación se trasfiere de un órgano a otro. Durante el crecimiento y el desarrollo, la sexualidad evoluciona hacia un predominio genital recorriendo distintas etapas. En cada etapa el órgano que entra en “primacía” impone la modalidad predominante de la descarga libidinosa.
23 LOS IMPULSOS VITALES SE MATERIALIZAN EN TRES FORMAS CRECIMIENTOPROCREACIÓNSUBLIMACIÓN PREDOMINA EN LA NIÑEZ PREDOMINA EN LA JUVENTUD PREDOMINA EN LA VEJEZ
24 En todos los seres vivos la excitación alcanza un punto en que inevitablemente se descarga. Cuando la excitación es “excesiva”, y supera la capacidad para descargarse a través del crecimiento normal, de la procreación, de la sublimación, o convertida en agresión... se descargará desestructurando al organismo, y configurando las pulsiones “de muerte” (“tanáticas”).
25 ACERCA DE LA CÉLULA QUE SE TRANSFORMA EN CÁNCER
26 Lo que habitualmente llamamos “individuo”, sea un ser humano, un tigre o una palmera, es el producto de un “convenio constituyente”, simbiótico, de otros individuos biológicos microscópicos que aceptan un “estatuto” de convivencia para poder integrar los organismos pluricelulares.
27 Los intercambios de señales entre las células de un organismo, como se dan, por ejemplo, en los fenómenos inmunitarios, por obra de los cuales se “presenta” o se “reconoce” a un antígeno, son los mismos que, perturbados, funcionan en una formación cancerosa.
28 De acuerdo con lo que sostiene la oncología actual las células cancerosas: ABANDONAN su dependencia de las células vecinas. No RESPONDEN a las señales inhibidoras. EVADEN la muerte normal programada. EVITAN el dispositivo que limita sus replicaciones. INDUCEN el crecimiento de nuevos vasos para su nutrición. SE INDEPENDIZAN del anclaje en su lugar funcional y EMIGRAN. EVITAN que el sistema inmunitario las destruya.
29 Si aceptamos que el cáncer se inicia en una célula, la pregunta ¿por qué se comporta de ese modo? puede formularse dentro del lenguaje de inevitable “tinte” subjetivo que utiliza la ciencia cuya objetividad es irreprochable. Es claro que puede sostenerse que se trata de un uso metafórico, pero debe haber una razón para que ese lenguaje se haya generalizado y se utilice de un modo prácticamente inevitable.
30 Puede decirse entonces que la célula cancerosa “se ocupa” de su supervivencia y de la de su progenie “desentendiéndose” de los intereses del organismo pluricelular del cual antes formaba parte y en el que ahora “se aloja”. Es posible decir que eso es lo que hace, pero falta todavía comprender por qué.
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32 ACERCA DE LA PERSONA QUE DESARROLLA UN CÁNCER
33 LAS TRES CONDICIONES PSICODINÁMICAS NECESARIAS PARA ENFERMAR DE CÁNCER Disposición latente. Fijación al período de crecimiento embrionario. Deseo narcisista latente que no se integra con el desarrollo adulto y es ajeno a la conciencia. Fracaso actual de la gratificación en la etapa del desarrollo alcanzada. Suele ser un duelo por la pérdida de un vínculo significativo. Es una regresión que reactiva el punto de fijación embrionario. Imposibilidad de descarga en las etapas posteriores. La primera es la relación endogámica. Suele presentarse como fracaso de la relación incestuosa que normalmente se sublima o se coarta en su fin.
34 La regresión que produce el cáncer a partir de una frustración actual en las etapas posteriores de la evolución libidinal permite diferenciar, esquemáticamente, dos situaciones entre las cuales puede establecerse una serie complementaria : Debilidad de la libido que alcanza las etapas posteriores, condicionada por intensas fijaciones en los estadios primitivos y especialmente en la etapa embrionaria. Típicos de esta situación son los cánceres que se desarrollan en la infancia o en la juventud. Debilidad de la libido para sostenerse en las etapas posteriores condicionada por un desgaste de las funciones vitales. Corresponde a la cuestionable afirmación de que si viviéramos lo suficiente todos moriríamos de cáncer. Típicos de esta situación son los cánceres en la ancianidad.
35 La regresión que produce el cáncer a partir de una frustración actual en las últimas etapas de la evolución libidinal…
36 Los sentimientos de desolación y de aislamiento se experimentan frente a las personas con las cuales se han sostenido vínculos profundos y duraderos, pero, luego de sufrir la incomunicación con ellas, suelen extenderse al resto de las personas del entorno. En esas condiciones, aunque se logre convivir “aceptablemente” conservando vínculos cordiales, se lleva a cuestas un trozo del alma que no se puede compartir con nadie y que crece con los años.
37 Todos los vínculos, sean familiares, amistosos o sociales, se viven entonces desde la consciencia de sus dificultades, y sólo cuando esos vínculos merman, o se deshacen, se hace plenamente consciente el bienestar que contenían. Si estas experiencias no obtienen alivio se alcanzan las condiciones en que puede desarrollarse un cáncer. Sólo resta comprender por qué precisamente un cáncer y no cualquier otra enfermedad.
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39 La relación entre el crecimiento canceroso y la persona que se enferma de cáncer, funciona como “una superficie de reflexión” en la cual la enfermedad y el carácter del enfermo se reflejan recíprocamente. La “zona” enferma satisface de un modo insalubre una tendencia que no ha encontrado su camino normal. El “resto” de la persona enferma se identificará con esa tendencia, reaccionará contra ella o, en el mejor de los casos, la sublimará. Un carácter canceroso, como sucede con otras formaciones caracterológicas, puede constituirse sin que llegue a desarrollarse la correspondiente enfermedad “local”, pero es una condición necesaria para enfermar de cáncer.
40 El carácter, cuyos fines deben coincidir con el crecimiento invasor, ya que el sistema inmunitario “lo tolera”, puede desarrollar, como contrafigura, una formación reactiva, de modo que encontraremos enfermos de cáncer en los cuales predomina un carácter dulce y apacible, bondadoso y conciliador, mientras en “el foco” de su enfermedad arde una rebelión incontenible que avanza hasta la destrucción total.
41 Encontramos también formas de carácter que subliman las tendencias hacia un crecimiento invasor. Se diferencian del carácter reactivo por el hecho de que no se coartan los fines luchando contra ellos, sino que se los elabora, de modo que la bondad y la tolerancia ya no se sobreimponen a una tendencia en conflicto que permanece activa, sino que se alcanzan mediante una transformación que las trasciende. Esto puede influir en la evolución de un cáncer y explicar, tal vez, por qué algunos “misteriosamente” se detienen.
42 PSICOTERAPIA DEL ENFERMO DE CÁNCER
43 Cuando una persona se siente o se sabe enferma, establece inevitablemente una relación con su enfermedad, con el médico y con los tratamientos que la medicina ofrece. La enfermedad, con todo su entorno, suele adquirir, en la vida del enfermo, el valor de un personaje sobre el cual proyectará significados, muchos de ellos inconscientes, que dependerán siempre de las huellas que la historia de su vida ha dejado en él. Esta cuestión suele recibir el nombre de patoneurosis, interpretando que la enfermedad del cuerpo es la causa del desequilibrio anímico.
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45 La “asistencia psicológica” del enfermo de cáncer se orienta, la mayoría de las veces, hacia el tratamiento de la patoneurosis. Suele suceder que, t anto en psicoterapia individual, como en grupos que incluyen a los familiares, se intenta ayudarlos a enfrentar los conflictos y las ansiedades que derivan de su nueva condición. Los propósitos que guían este tipo de psicoterapia recorren una amplia gama que va desde un “apoyo” que subraya el valor de lo que todavía subsiste, hasta metas más ambiciosas, como la de ayudarlos a realizar el trabajo de duelo por los daños que derivan de la enfermedad o, inclusive, afrontar el espinoso tema de la aceptación de una muerte cercana.
46 La influencia de la llamada “patoneurosis” en las penurias que aquejan al paciente es indudable y, por lo tanto, ninguna forma de psicoterapia puede realizarse sin ocuparse de ella. Sin embargo, los significados que se hallan implícitos en el hecho constituido por la formación de un crecimiento canceroso, son los más importantes, y la meta fundamental de toda psicoterapia debería consistir en trabajar con ellos, dado que son los que influyen “específicamente” en el curso de la enfermedad.
47 ES IMPORTANTE SUBRAYAR QUE DEBE DISTINGUIRSE ENTRE LAS PSICOTERAPIAS QUE, INDEPENDIENTEMENTE DEL NOMBRE QUE SE ASIGNEN A SÍ MISMAS, SÓLO SE OCUPAN DE LA PATONEUROSIS, Y UN TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO QUE INTENTA, EN CAMBIO, INFLUIR EN EL CURSO DE LA ENFERMEDAD.
48 El tratamiento psicoanalítico que se proponga como meta influir en la evolución de un cáncer, exigirá del psicoanalista tres condiciones. El conocimiento de los significados inconscientes específicos del cáncer. Suficiente experiencia clínica para poder tolerar y utilizar (como contratransferencia) lo que se siente frente a un enfermo que muchas veces se dirige a morir en una fecha cercana. La capacidad para traducir al lenguaje cotidiano “las fórmulas metapsicológicas”
49 ES NECESARIO COMPRENDER QUE EL RESULTADO DEPENDERÁ, EN ALTO GRADO, DEL NÚMERO DE SESIONES SEMANALES QUE EL PACIENTE REALICE. Dado que el cáncer suele algunas veces progresar rápidamente, mientras que el psicoanálisis es un proceso que demanda su tiempo. Y que, además, es imprescindible ocuparse también de los significados secundarios (patoneuróticos) que el paciente traerá siempre en primer plano.