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4 EL POSO ERA PROFUNDO, CUANDO DESCENDIÓ, TUVO TIEMPO SOBRADO PARA MIRAR A SU ALREDEDOR MIENTRAS CAÍA.

5 A L POCO RATO OYÓ UN RUIDITO DE PISADAS A LO LEJOS Y SECO RÁPIDAMENTE LOS OJOS PARA VER QUIEN LLEGABA ERA EL CONEJO BLANCO QUE VOLVÍA, ESPLÉNDIDAMENTE VESTIDO CON UN PAR DE GUANTES BLANCOS DE CABRILLA EN UNA MANO Y UN GRAN ABANICO EN LA OTRA. P ORQUE SU PELO CAE EN GRANDES RIZOS EL MÍO NO TIENE NI MEDIO RIZO Y ESTOY SEGURA DE QUE NO PUEDO USAR M ABEL PORQUE YO SE MUCHÍSIMAS COSAS.

6 AL DECIR ESTAS PALABRAS, SU MIRADA SE FIJÓ EN SUS MANOS., Y VIO CON SU SORPRESA Y MIENTRAS HABLABA SE HABÍA PUESTO UNO DE LOS PEQUEÑOS GUANTES BLANCOS DE CABRILLA DE CONEJO

7 LARGA HISTORIA E L GRUPO QUE SE REÚNO EN LA ORILLA TENÍA UN ASPECTO REAL MENTE EXTRAÑO : LOS PÁJAROS CON LAS PLUMAS SUCIAS, LOS OTROS ANIMALES CON EL PELO PEGADO AL CUERPO, Y TODOS LOS CALADOS HASTA LOS HUESOS, MAL HUMORADOS EN INCOMODOS.

8 LARGA HISTORIA EL GRUPO QUE SE REÚNO EN LA ORILLA TENÍA UN ASPECTO REAL MENTE EXTRAÑO: LOS PÁJAROS CON LAS PLUMAS SUCIAS, LOS OTROS ANIMALES CON EL PELO PEGADO AL CUERPO, Y TODOS LOS CALADOS HASTA LOS HUESOS, MAL HUMORADOS EN INCOMODOS.

9 E RA EL CONEJO BLANCO QUE VOLVÍA CON UN TROTECILLO SALTARÍN Y MIRABA ANSIOSAMENTE A ALREDEDOR COMO SI HUBIERA PERDIDO ALGO. A LICIA SE LLEVÓ TAL SUSTO QUE SALIÓ CORRIENDO EN LA DIRECCIÓN QUE EL CONEJO LE SEÑALABA, SIN INTENTAR EXPLICARLE QUE ESTABA EQUIVOCÁNDOSE DE PERSONA.

10 -ERA MUCHO MÁS AGRADABLE ESTAR EN MI CASA –PENSÓ LA POBRE ALICIA -. ALLÍ AL MENOS, NO ME PASABA EL TIEMPO CRECIENDO Y DISMINUYENDO DE TAMAÑO, Y RECIBIENDO ÓRDENES DE RATONES Y CONEJOS. UNA LAGARTIJA, BILL, ESTABA EN EL CENTRO, SOSTENIDO POR DOS CONEJILLOS DE INDIAS, QUE LE DABAN DE BEBER ALGO DE UNA BOTELLA.