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8 Las primeras farmacopeas europeas aparecen en 1546 y 1561 donde las plantas psicoactivas, junto con el opio, tuvieron un lugar destacado.

9 Este siglo se inaugura con una vida industrial demandante y poniendo en entredicho los valores de épocas anteriores. El ser humano hace honor a su curiosidad innata e investiga. Se descubren los principios activos de muchas plantas, como la morfina, que es el principio activo de la amapola (1806), la cocaína, derivada de la planta de la coca (1860) y otros compuestos psicoactivos naturales, sintéticos y semisintéticos. La heroína, diez veces más potente que la morfina, fue promovida como un compuesto eficaz para quitar la tos porque se creía que no producía adicción. De esta forma se producen formas más potentes de las drogas a partir de la purificación de sus fuentes naturales o de su síntesis.

10 La cocaína, conocida como el “alimento para los nervios”, se pensó que era una forma inofensiva para curar la me lancolía. Fue estudiada por el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Proveniente de Sudamérica, entre los pueblos incas, la hoja de coca era considerada una planta sagrada que mitigaba el hambre, fortalecía el espíritu y vigorizaba el cuerpo. A finales del siglo XIX y comienzos del XX esta droga adquirió un papel protagónico en el mercado de estupefacientes y fue considerada por algunos como “el tercer azote de la humanidad”.

11 En la década de 1850 se produce un acontecimiento crítico que habría de cambiar la forma en que el hombre se había relacionado hasta entonces con las drogas: el perfeccionamiento y uso generalizado de las jeringas. A partir de entonces, muchas drogas se pudieron administrar directamente a la sangre, logrando así concentraciones en el interior del cuerpo que nunca antes se habían experimentado, notándose un incremento importante en los casos de adicción.

12 Las anfetaminas se expenden en las farmacias y son indicadas para el tratamiento de la congestión nasal, el mareo, la obesidad, la depresión y el insomnio, entre otros trastornos comunes, pero pronto se dan casos de abuso y adicción. Durante la Segunda Guerra Mundial se emplean por sus efectos para quitar el sueño y el cansancio en las tropas. Al momento de la rendición, 1945, los excedentes producidos con este fin salieron a la calle y para 1950 tan sólo en Japón había un millón de adictos a este estimulante. Entre 1950 y 1960 se desarrollaron nuevos compuestos como las benzodiacepinas empleadas para el tratamiento de la ansiedad.

13 En 1965 el LSD o ácido lisérgico adquirió gran popularidad. En ese entonces la circulación de esta sustancia era legal. Se empleaba con fines hedónicos y de pertenencia por grupos de jóvenes que se identificaban con algunos ideales del momento. También algunos psiquiatras y psicólogos prescribían su uso con el propósito de promover la capacidad de introspección en los pacientes, como un instrumento en la búsqueda y mantenimiento de la salud emocional.

14 En la década de 1970 aumentó el número de usuarios en todo el mundo, tan sólo de consumidores de cannabinoides se reportaron más de 25 millones a finales de la década. Desde principios del siglo xx surgieron las drogas de diseño, pero su consumo se hizo popular mucho tiempo después. Estas drogas pueden sintetizarse a partir de compuestos de uso médico e industrial. Al utilizar materias primas, que no están consideradas en los convenios internacionales como ilícitas, su expansión masiva en los mercados hace difícil su control y calidad.

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16 El uso social de drogas, tanto legales como ilegales, se da en todos los países del mundo y está causando mucha preocupación y bastantes problemas a los países, a la sociedad y, en especial, a una parte de quienes las están consumiendo, en particular, a niños, adolescentes y jóvenes. Es importante reflexionar sobre el consumo en esta época por lo siguiente: Actualmente existen evidencias e investigaciones con datos cada vez más certeros sobre los efectos y consecuencias que provocan las drogas a corto y largo plazo, tanto individual como socialmente. Cada día tenemos más y mejores investigaciones y maneras de evaluar a las sustancias y sus efectos, y se sabe con más certeza qué daños pueden producir.

17 En términos generales, el alcohol y el tabaco son las que más repercusiones y problemas sociales ocasionan en las personas y sus familias, ya que están asociados con la primera causa de muerte por su consumo: la cirrosis hepática, en el caso del alcohol, y el cáncer, en el caso del tabaco. Con relación a los adolescentes y los jóvenes en nuestro país, la primera causa de muerte está vinculada al consumo del alcohol y los accidentes automovilísticos, es decir, adolescentes y jóvenes de tu edad se están matando con mayor frecuencia entre la una y las tres de la madrugada porque manejan borrachos después de salir del antro, la fiesta o la discoteca. Los efectos negativos a corto plazo no siempre son físicos. Hay efectos que si bien no provocan daños a la salud, provocan otros tipos de problemas a nivel personal, como mostrar apatía hacia actividades que antes eran de interés, problemas con la familia, peleas con amigos cercanos.

18 La adicción es la pérdida de control sobre el consumo de la sustancia a pesar de conocer sus efectos adversos; curiosamente, al jugar con el consumo se juega también con la libertad de decisión. El consumo repetido de drogas se asocia a daños a la salud en muchos niveles, algunos de los cuales duran toda la vida. Existen drogas que a largo plazo pueden desarrollar problemas neurológicos (pérdida de la memoria, falta de atención, etc.) y psiquiátricos (psicosis, paranoia, etcétera). Se ha asociado el abuso de sustancias con casos de embarazos no deseados, la adquisición de enfermedades de transmisión sexual, pérdida de control, como comportamientos violentos o acceder a hacer cosas que comúnmente no harías.

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