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2 ¿Poes ía? Poesía sí
3 No podría ser poeta, porque nada sé de anáforas, dilogías, sinécdoques, métricas, rimas, etecé.
4 La poesía me sería peligrosísima, como soy, empezaría cantando en alejandrinos y sollozando a soneto quebrado. ¿Dónde dejaría mi pudor?
5 Si brotase una lágrima indiscreta y rasgadora, quemándome el corazón, al recorrer mi tez que aún es tuya, ¿dónde ocultaría mi pena sin métrica y ya casi sin cadencia?
6 Y cómo hacer, si se me fugasen las carcajadas en redondilla, a mitad de una tragedia o elegía, por el asomo de la locura que tanto me libera en vivencias asonantes.
7 No es apatía ni desdén, quizás aprendería, pero en los versos no sabría cómo hallar, la oportuna escapatoria hacia un personaje ficticio que no me haya roto el corazón.
8 Gracias a mi amiga Sara que me ha prestado estas letras. Con sus dudas niega ser poeta, por eso yo le digo:
9 ¡¡Estoy regando las flores, ahorita vuelvo!! Y sigo contando…
10 Poesía es un latir del corazón que pasa primero por el alma
11 La poesía no siempre necesita de rimas y pautas, a veces brota y se desordena
12 Los grandes poetas saben apreciar las poesías rotas, las que el sentimiento ha desgarrado
13 La poesía nace para exponer, para desnudar el pensamiento, para denunciar el dolor, el amor, la injusticia…
14 La poesía está en los amaneceres, en las gotas de lluvia, en el llanto infantil…
15 Está en las palabras que quieren porque eso es lo que dicen
16 Cuando hay alegría y canción hay poesía
17 Cuando hay pena y despedida, hay poesía
18 Cuando hay vida, hay poesía, porque poesía es latir
19 Ahora ya sabe mi amiga que ella es poeta.
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