1
2
3 Primero escuchó la palabra de Dios y la guardó en su corazón.
4 Escuchemos su palabra con el corazón.
5 Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
6 Tus preceptos son mi herencia perpetua, La alegría de mi corazón; Inclino mi corazón a cumplir tus leyes Siempre y cabalmente.
7 María no permanece pasiva; su actitud de docilidad la convierte en colaboradora activa de la Encarnación del Hijo de Dios.
8 En su amor y nuestro amor forjó una patria.
9 La Madre que en su amor nos quiere como “al hijo mío muy pequeño”.
10 Dulce Corazón de María, sed la salvación mía.