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2 Se deslizan entre matorrales, Cobijados por la sombra de la noche, Ocultándose en las esquinas… Simple ráfaga de viento que ya pasó.

3 Caminan sobre terreno minado, la piel mojada de miedo, escondiendo a cada rato un tatuaje odioso: soy indocumentado.

4 Tragan agua sucia, robada en cualquier riachuelo o desagüe, fugitivos bajo su misma sombra: son unos condenados sin proceso.

5 Su tonada los traiciona, su madre no pudo blanquearles la piel, una frontera los hizo hijos de nadie: y hasta los pobres de este lado ya no son hermanos.

6 ¡ Contradicción de la vida! ¿Quiénes son ellos para los demás? ¿De dónde vienen, a donde van? Simples hojas caídas de un árbol.

7 Blanco de unos buitres uniformados y no, anillo de una cadena de traficantes, objeto de estadísticas… y muertos en nuestra conciencia.

8 Los hemos borrado, han desaparecido. Fantasmas incómodos, con el permiso de salir tan solo en la noche, sí… como los murciélagos.

9 Bienvenidos, ustedes, Indocumentados del derecho hoy en día: Indígenas, ancianos, locos detrás de rejas, Portadores de HIV, niñas violadas, mujeres golpeadas y otros más… iceberg sumergido en nuestra memoria..

10 El baile sigue en nuestras fiestas, los cohetes marean nuestros corazones vueltos castillos y bunkers, donde la compasión ha muerto desde tiempo.

11 Allá afuera, los indocumentados del derecho pueden seguir arrastrándose en la noche: hemos apagado la luz sobre su existencia.