1 Sistema Preventivo de Don Bosco
2 El Sistema Preventivo supone un concepto “optimista” del joven: “Se debe estar convencido de que en todo joven, por marginado o perdido que se encuentre, hay energías de bien que, si se cultivan de modo pertinente, pueden llevarlo a optar por la fe y la honradez”. “Los padres siempre puede reencontrar en sí recursos personales que puestos en juego, juntamente con la “gracia”, los lleven a superar las limitaciones y proponerse alcanzar nuevas metas de superación y de conquista”.
3 CARIDAD PASTORAL “Denme almas y llévense lo demás” (DB) CARIDAD: amor recibido de Dios y transformado en amor operativo hacia el prójimo. PASTORAL: indica la forma de caridad de Jesús Buen Pastor: Modo de obrar: bondad, búsqueda de quien está perdido, diálogo, perdón; Ministerio: revelar a Dios a cada hombre y mujer. El elemento típico de la caridad pastoral es el anuncio del Evangelio, la educación en la fe, la formación de la comunidad cristiana, la fermentación evangélica del ambiente. Pide disponibilidad plena (El Buen Pastor da la vida por sus ovejas). FUNDAMENTOS DEL SISTEMA PREVENTIVO
4 PREDILECCIÓN POR LOS JÓVENES “Me basta que sean jóvenes para que los ame” (DB). La predilección por los jóvenes comporta: Preocupación por conocer atentamente la realidad juvenil. Sintonía con la sensibilidad de los jóvenes. Diferenciación evangelizadora. Privilegiar la co-participación y el protagonismo juvenil.
5 Explicación dada por Don Bosco acerca de su sistema educativo MB 13, 918 - 1923 Su contenido esencial está resumido en estas palabras de Don Bosco: Este sistema descansa por entero en la razón, en la religión y en el amor. Por consiguiente, excluye todo castigo violento y procura alejar aún los suaves.
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7 LA RAZÓN: Controla la afectividad para que no se desborde. Impregna de sentido común el ambiente educativo. Busca lo esencial y lo simple. Favorece la capacidad de juicio y el formarse convicciones personales para gobernar la vida. Pide, según Don Bosco: Racionalidad de la presencia de los padres y el educador. Racionalidad de las normas y disposiciones. Los tres pilares del Sistema Preventivo
8 Disciplina interior: una pedagogía liberadora supone constantes “llamadas” al educando para que se autodiscipline, creando mecanismos de equilibrio moral y autocontrol, y posibilitando que interiorice y depure sus intenciones y motivaciones. Disciplina exterior: herramienta de trabajo, de organización, que permite el crecimiento del muchacho haciéndole ver, ante la falta, la necesidad de su reparación y superación. No es algo mecánico, sino que implica un proceso de ir asumiendo la responsabilidad personal y grupal dentro de la comunidad: La norma debe ir perdiendo fuerza, en la medida en que la fuerza del amor va adueñándose de la conciencia del individuo.
9 Para Don Bosco la acción educativa en la formación de los jóvenes se identifica prácticamente con la acción salvífica de la Iglesia. “La religión por sí sola es capaz de comenzar y realizar la gran obra de una auténtica educación”. La religión hace que los jóvenes descubran el sentido de la vida y la alegría de vivir en gracia. Señala la santidad como meta posible de alcanzar, a través del cumplimiento fiel de sus propios deberes. La religión debe brotar de convicciones personales, sin imposiciones, pero estimulada por continuas sugerencias. Los jóvenes deben encontrar en la fe verdadera respuestas a los problemas que les interesan (integración religión-vida). LA RELIGIÓN
10 La religión sólo resiste como factor de educación de los jóvenes de hoy, cuando se percibe su adecuación a las esperanzas culturales, políticas, profesionales, familiares, sexuales y éticas de los jóvenes. Así, es percibida como elemento de liberación y promoción del individuo y la sociedad. Educar religiosamente no es sólo enseñar “religión” ni recomendar la práctica los sacramentos... Significa, sobre todo, motivar a fondo para hacer aceptar la opción cristiana y para arraigarla en el proyecto de la propia vida. La religión no se enseña para obligar las conciencias, sino para permitir a cada uno elegir su sistema de valores: el educando no es libre si no puede elegir entre referencias que conoce.
11 Se refiere a una actitud cotidiana. Racimo de virtudes, relaciones, actitudes y conductas, que se demuestran en palabras, gestos, ayudas, dones, sentimientos de amor, de gratitud y cordial disponibilidad. Deseo de compartir la vida y de acompañar prudentemente dejando que el joven se exprese y, al mismo tiempo, ofreciéndole estímulos para que enriquezca su mentalidad. El joven se siente inmerso en una relación positiva y favorable con los adultos que él considera significativos. El amor se traduce en dedicación del educador como persona entregada totalmente al bien de sus educandos, dispuesta a afrontar sacrificios y fatigas. EL AMOR
12 ACTITUDES DEL AMOR EDUCATIVO Sincero afecto hacia el joven. Dar el primer paso. Aceptación incondicional: genera en el joven seguridad en sí mismo, lo hace persona y sujeto activo de su propia formación. Comprensión: que genera familiaridad y confianza. No sólo amar, sino demostrar perceptiblemente que se ama (“No sólo querer a los jóvenes, sino que ellos se den cuenta de que son amados”) Actitudes de búsqueda, de disponibilidad al encuentro, de acogida y de diálogo, de paciencia, de familiaridad y confianza, de reconciliación. Intencionalidad: Evangelizadora: lo orienta hacia un proyecto de vida que tiene a Jesucristo como fuente y como término. Pedagógica: acompaña los procesos de crecimiento.
13 ¿EN QUÉ CONSISTE EL SISTEMA PREVENTIVO? Consiste en dar a conocer las prescripciones de un instituto y vigilar después de manera que los alumnos tengan siempre sobre sí el ojo vigilante del director o de los asistentes, los cuales, como padres amorosos, hablen, sirvan de guía en toda circunstancia, den consejos y corrijan con amabilidad; que es como decir: consiste en poner a los niños en la imposibilidad de faltar.
14 ¿POR QUÉ DEBE PREFERIRSE? 1) El joven, avisado según este sistema, no queda avergonzado por las faltas cometidas. No se enfada por la corrección que le hacen ni por los castigos con que le amenazan, o que tal vez le imponen; porque éste va acompañado siempre de un aviso amistoso y preventivo, que lo hace razonable, y termina, ordinariamente, por ganarle de tal manera el corazón, que él mismo comprende la necesidad del castigo y casi lo desea.
15 2) La razón más fundamental es la ligereza infantil, por la cual fácilmente se olvidan los niños de las reglas disciplinarias y de los castigos con que van sancionadas. Debido a esta ligereza, a menudo el jovencito es culpable de una falta y merecedor de un castigo al que no había nunca prestado atención y del que no se acordaba en el momento de cometer la falta; y ciertamente no la habría cometido si una voz amiga se lo hubiese advertido.
16 3) El sistema represivo puede impedir un desorden, mas con dificultad hacer mejores a los que delinquen. Se ha observado que los jóvenes no se olvidan de los castigos que se les han dado; y que, por lo general, conservan rencor, acompañado del deseo de sacudir el yugo de la autoridad y aun de tomar venganza. Parece a veces que hacen caso omiso; mas quien sigue sus pasos sabe muy bien cuán terribles son las reminiscencias de la juventud y cómo olvidan fácilmente los castigos que les han dado los padres, mas, con mucha dificultad, los que les imponen los maestros. Algunos ha habido que después se vengaron brutalmente de castigos que les dieron cuando se educaban. El sistema preventivo, por el contrario, gana al alumno, el cual ve en el asistente y padres a un bienhechor que le avisa, desea hacerle bueno y librarle de sinsabores, de castigos y de la deshonra.
17 4) El sistema preventivo dispone y persuade de tal modo al joven, que los padres y el educador podrán, en cualquier ocasión, ya sea cuando se educa, ya después, hablarle con el lenguaje del amor. Conquistado su corazón, los padres y el educador pueden ejercer sobre él gran influencia y, avisarle, aconsejarle y corregirle, aún después de colocado en empleos, en cargos o en ocupaciones comerciales.
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19 APLICACIONES DEL SISTEMA PREVENTIVO Los educadores deben estar siempre con los jóvenes, asistirlos para ayudarles a evitar el mal. Han de llegar antes que los alumnos a los sitios donde tengan que reunirse, y estar con ellos hasta que vayan otros a sustituirlos en la asistencia; no los dejen nunca desocupados. Debe darse a los alumnos amplia libertad de saltar, correr y gritar a su gusto. La gimnasia, la música, la declamación, el teatro, los paseos, son medios eficacísimos para conseguir la disciplina y favorecer la moralidad y la salud. Procuren únicamente que la materia de los entretenimientos, las personas que intervienen y las conversaciones que sostengan, no sean vituperables.
20 La confesión y comunión frecuente y la misa diaria son las columnas que deben sostener el edificio educativo del cual se quieran tener alejados la amenaza y el palo. No se ha de obligar jamás a los alumnos a frecuentar los santos sacramentos: pero sí se les debe animar y darles comodidad para aprovecharse de ellos. Los padres tienen un papel fundamental en inculcar a sus hijos el amor por Jesucristo y la vivencia de la fe, que les abre al bien. Terminadas las oraciones de la mañana, el educador, diga siempre algunas palabras afectuosas en público a los alumnos, para avisarles o aconsejarles sobre lo que han de hacer o evitar. Los padres aprovechen todas las ocasiones para dialogar con sus hijos y enseñarles con el ejemplo. El educador y los padres incentiven a los alumnos o hijos a recibir periódicamente la comunión y demostrándolo con su ejemplo.
21 Ventajas del Sistema Preventivo Tal vez diga alguno que es difícil este sistema en la práctica; a lo que respondo que para los alumnos es bastante más fácil, agradable y ventajoso. Para los educadores y padres encierra eso sí, algunas dificultades, que disminuirán ciertamente si sé entregan por entero a su misión. El educador es una persona consagrada al bien de sus discípulos, por lo que debe estar pronto a soportar cualquier contratiempo o fatiga con tal de conseguir el fin que se propone; a saber: la educación moral, intelectual y ciudadana de sus alumnos. 1) El joven tendrá siempre gran respeto a su educador, recordará complacido la enseñanza de él recibida y considerará en todo tiempo a sus maestros y superiores como padres y hermanos suyos. Dondequiera que van alumnos así educados, son, por lo general, consuelo de las familias, útiles ciudadanos y buenos cristianos.
22 2) Cualquiera que sea el carácter, la índole y el estado moral de un jovencito al entrar en el colegio, los padres pueden vivir seguros de que su hijo no empeorará de conducta, antes mejorará. Muchos jovencitos que fueron por largo tiempo tormento de sus padres y hasta expulsados de correccionales, tratados según estos principios, cambiaron de manera de ser: se dieron a una vida cristiana, ocupan ahora en la sociedad honrosos puestos y son apoyo de la familia y ornamento del lugar donde viven.
23 Mantener una presencia constante, dinámica y constructiva. Estar presente entre los hijos y compartir plenamente su vida cotidiana. Para sostenerlos, orientarlos, guiarlos, para ayudarlos a que su libertad madure en opciones. La verdadera asistencia no pesa sobre el muchacho, sino sobre nosotros porque nos cansa. Manifestar nuestro amor con nuestros gestos y palabras, que ellos se sientan verdaderamente amados. Últimos consejos para que como padres apliquemos el Sistema Preventivo con nuestros hijos